domingo, 12 de febrero de 2012

Museo + Teatro + Cine

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Después de siete años queriendo conocerlo y tras varios "sí, tenemos que quedar para verlo"; ayer decidimos visitar el Museo del Romanticismo. Me gustaría que supieran que es gratis los sábados a partir de las 14h y que conlleva una hora su visita rápida.
Sin embargo, siento comunicarles que en el ámbito filológico deja mucho que desear. Tan sólo pude apreciar un supuesto manuscrito de Larra y dos retratos de poetas en su lecho de muerte para ilustrar, más que nada, ese ambiente lúgubre de los escritores de la época.

Al finalizar la visita, bajamos la calle Fuencarral y nos tomamos un delicioso té newyorquino en la calle Libertad mientras esperábamos el inicio de la última función de la obra El Pánico, en la sala Azarte, reseñada de la siguiente manera:


El Pánico (de Rafael Spregelburd)

En esta comedia con estética de película de terror de bajo presupuesto donde no hay dinero suficiente para construir el monstruo, una madre y sus dos hijos, últimos resabios de una familia inclasificable, intentan recuperar de manos de un muerto la llave de la caja de seguridad del banco donde quedaron atrapados todos sus ahorro... ....El viaje hacia la errática llave incluye todo tipo de medidas desesperadas: legales, psicoterapéuticas, paranormales y religiosas. La mezcla es fatal.


La obra, cuya duración es de 1h y 40 minutos, es totalmente recomendable para pasar un buen rato. La verdad es que disfrutamos un montón. Pero al finalizar la función, entre el frío y las obligaciones, decidimos volver a casa y terminar de ver Cisne Negro cuya protagonista, Natalie Portman, ganó un oscar a la mejor actriz.


De este modo, rematamos el día de muertes románticas por amor al arte y la belleza pasando por un pánico y una muerte joven por el intento de alcanzar la perfección que todos nosotros, a veces, deseamos.